jueves, 15 de noviembre de 2012
Para los más tradicionales, como yo.
No concibo mi casa en navidad sin navidad de colores y un precioso nacimiento en la entrada.
Hoy lo pongo más pequeño, con reyes por supuesto, manteniendo la tradición de empezarles a pedir ya en el mes de noviembre.
Pero cuando era mas pequeña, colocar el nacimiento en mi casa era una tradición y una odisea para mi madre, porque marchaba de expedición con mis hermanos para recopilar toda serie de vegetación arbórea y de más hierbas para colocarlo, con lo que ello suponía, arena, tierra, piedras, ramas...
Media más de tres metros, tenia cielo, estrellas, luces, río con molino que movía el agua, (mi hermano, que es un manitas desde pequeño) y más de dos cientas pequeñas figuras que todos nos peleábamos por colocar en aquel tablero que mi madre colocaba en aquellos caballetes.
Y por arte de magia todos los días desde que se colocaba, las figuras cobraban vida, se levantaba uno movía una, otro y se movía otra y así hasta el víspera de reyes que todas las figuras estaban agolpadas delante del pesebre.
Esto fue hace tiempo, pero aun no hace mucho se seguía haciendo y los niños mas pequeños de mi calle venían a casa a ver y mover su figura, ¡ Es lo mejor del mundo!
Daría todo lo que tengo, que no es demasiado, para seguir manteniendo esa ilusión e inocencia, aunque confieso que hago todo lo que puedo, ¡ Me encanta!
Quiero dejaros la imagen de un nacimiento hecho con mucha paciencia y detalles y que a partir del día 5 de diciembre sera el rey de mí casa.
¡ Espero que os guste y que la navidad os ayude y os ilusione igual que a mí!
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